A mero título informativo

Si leés con frecuencia este blog, sabrás que nuestro amigo Matías el Financista es conocido por su buena suerte. Muy buena suerte. Inusualmente favorable buena suerte. O sea: tiene un orto de aquellos.

Nuestro grupo de amigos tiene un ritual que repetimos cada fin de año: tocarle el culo a Matías para que algo de su buena estrella pase a nosotros. Onda por ósmosis.

Te confirmo que funciona.

Por ejemplo, fijate esta: su novia Silvina fue a comprar las vituallas para la fiesta del 31 de Diciembre. Con David (nuestro in-house chef) compraron un mísero pack de cervezas que te permitía participar de un sorteo por un metegol (entre otros premios).

Pusieron el cupón con los datos, y voilá! Silvina recibe un llamado que han ganado algo en el sorteo. Bueno, no ganaron el metegol, pero ganaron un kayak. Que es un premio mejor que el metegol, porque había pocos kayaks en el sorteo y sí muchos metegoles.
Silvina quiso cambiar el kayak por el metegol pero así parece que no funcionan las cosas. Igual, a kayak regalado no se le miran los remos (de hecho, no trae ni remos ni chaleco salvavidas). Pero es un lindo kayak para una persona, de unos 4 metros de largo (el kayak, no la persona).

Y está a la venta (el kayak, no la persona).